A través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Samsung Electronics México entregó en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) la donación de 9.6 millones de pesos en equipo médico y electrónico en los siguientes insumos: 100,000 cubrebocas tricapa de alta calidad (fabricadas en Corea del Sur) y 846 equipos electrónicos: a saber 126 pantallas, 370 monitores, 50 refrigeradores, 100 lavadoras y 200 celulares; con la finalidad de apoyar a disminuir los efectos ocasionados por COVID-19, mismos que beneficiarán a gran parte de la población en el país.

“Samsung refrenda su compromiso de apoyar a México, a través de la entrega de recursos, para atender las necesidades urgentes de los ciudadanos. Ahora más que nunca, debemos estar unidos para mitigar y superar el impacto de COVID-19 en México y en el mundo", - afirmó Sang Jik Lee, Presidente de Samsung Electronics México.

Adicionalmente, en Querétaro, donde Samsung cuenta con una planta de enseres domésticos, la compañía también ha donado, a través del Gobierno de Querétaro, los siguientes productos:

  • 300 protectores faciales de plástico
  • 240 piezas de ropa protectora
  • 5,000 máscaras dentales
  • 500 despensas / canasta básica

Por su parte en Tijuana, donde la empresa surcoreana también tiene una planta de producción de audio y video, se donaron 2,500 paquetes de despensa básica que fueron distribuidos en comunidades vulnerables de la ciudad.

Soporte global en el combate al Covid-19

Alrededor del mundo Samsung ha donado productos médicos, así como kits de higiene, cubrebocas, smartphones y tablets para pacientes en cuarentena para ayudarlos a mantener contacto con familiares y amigos, así como otros equipos para hospitales y centros de cuarentena.

También se han realizado donaciones monetarias y productos a hospitales, escuelas e instituciones que apoyan a pequeñas empresas y comunidades vulnerables en los Estados Unidos de América.

En Corea, Samsung cedió una de sus fábricas para que las autoridades la usaran como centro de pacientes y destinó un grupo de ingenieros para que trabajaran con empresas coreanas que fabrican cubrebocas, ayudándolos a mejorar diseños y a hacer los procesos más eficientes llegando a duplicar la producción en esas fábricas.