El gobierno de México está avanzando en su proyecto Interoceánico, mientras que el canal de Panamá continúa en sequía poniendo en jaque al transporte marítimo internacional, el comercio y generando temores por los incrementos en las tarifas.

En primer lugar, el gobierno federal encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador ha anunciado la culminación del rompeolas en el puerto de Salina Cruz en Oaxaca, que forma parte de su proyecto de infraestructura y logística más ambicioso: el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

Se trata de básicamente de la ampliación de dos puertos: el de Salina Cruz y el de Coatzacoalcos, con su equipamiento en cuanto a terminales portuarias de contenedores, energía, usos múltiples; además de la rehabilitación de la vía férrea de más de 300 km, así como la edificación de parques industriales pensados, no solo en la maquila para el interior, sino para las exportaciones y complemento de importaciones de México hacia otras regiones del mundo.

El Corredor Interoceánico es una de las opciones que se han presentado como alternativas al Canal de Panamá, que durante décadas ha estado solo y dando respuesta a la problemática de transporte en la geografía mundial.

El Canal de Panamá inaugurado en 1914 ha dado solución al transporte marítimo en cuanto a la reducción de tiempos de movilización en embarcaciones. Anteriormente, a esta infraestructura, los barcos tenían que dar un recorrido hasta el estrecho sur de Sudamérica, en el estrecho de Magallanes, ya sea en rutas desde Asia, América del Norte, en la Costa este Estados Unidos o Europa lo que alargaba incluso hasta 30 días más los trayectos.

Sin embargo, este proyecto de infraestructura en transporte y ingeniería civil se ve afectado desde su punto más débil el Lago Gatún, que da vida a las esclusas que conectan el Océano Atlántico con el Océano Pacífico en esta brecha de 80 km.

Resulta que, con el fenómeno de El Niño y La Niña, la sequía de este lago en la cúspide del canal se está secando y esto ha generado que las autoridades estén implementando soluciones emergentes, como son la reducción de agua en las esclusas, lo que genera que los barcos no puedan transitarla con toda la carga posible y tengan que reducir las mercancías para una mayor flotabilidad.

Los medios internacionales están observando como en los dos extremos del canal se están haciendo filas inusuales de barcos para poder transitarlo y la reducción de carga en las embarcaciones diseñadas hasta para 14 mil contenedores de 20 m, o TEUs conocidos en el argot del transporte, están afectando a las tarifas marítimas de transportación, lo que puede generar impactos en la inflación mundial nuevamente.

Celebra México los avances de proyecto

El proyecto mexicano del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec está avanzando con recursos públicos, una obra que comenzó a gestarse en 2019.

“Este rompeolas va a permitir, como ya se ha dicho, que puedan arribar barcos de gran calado, que necesitan profundidad y este puerto tiene la profundidad suficiente para los grandes barcos llamados Post Panamax, barcos de carga de contenedores enormes. Con este rompeolas van a poder llegar esos barcos por el calado que tiene el puerto, que eso lo hace muy especial”, añadió el presidente Andrés Manuel López Obrador, en la inauguración del rompeolas el lunes pasado.

El mandatario mexicano expuso al respecto del Corredor Interoceánico, que no le desean el mal a Panamá, pero reconoció que la situación de escasez de agua y que limita al Canal le favorece al proyecto del Tehuantepec.

“No vamos nosotros a competir con ellos, yo creo que el crecimiento económico en el mundo alcanza para todos si se maneja de manera equitativa. Ellos han tenido algún problema por falta de agua y ya también porque son muchos los barcos que pasan por el canal, es bastante la demora para atravesar el canal. Y este puerto es la opción, esta es la alternativa; desde luego, hay que continuar con los trabajos”, dijo.

No obstante, también reconoció que aún hacen falta aspectos que deben cumplirse y que van a ser necesarios para los siguientes meses y años.

“Nosotros vamos a dejar toda la infraestructura básica, este rompeolas, pero hacen falta las plataformas para la descarga de contenedores, las espuelas para el ferrocarril de carga, comprar más locomotoras para el ferrocarril de carga, seguir mejorando la vía para hacer muy poco tiempo, siete, ocho horas de Salina Cruz a Coatzacoalcos; allá también hacer lo mismo y de ahí a la costa este, que esa es otra ventaja comparativa”, agregó.

Expertos han señalado que la situación incluso apremia cualquier alternativa al Canal de Panamá, pero también señalan que el Istmo de Tehuantepec es una respuesta más costosa por el cambio de modalidad de transporte, aunque se trate de contenedores, pues estos tendrían que llegar en barco a Salina Cruz o Coatzacoalcos, descargarlos, enviarlos por ferrocarril al otro puerto y cargarlos a otro barco.

En la actualidad Colombia está estudiando también una ferrovía de 200 km que conecta el Caribe con el océano Pacífico, de Cupica a Puerto Antioquía, otro proyecto que ha quedado detenido y solamente se queda en su conceptualización es el Canal de Nicaragua, de Punta Gorda a Brito.

Esa es la oportunidad que puede capitalizar México, ya que 80% del comercio mundial es vía marítima y la importancia de esta radica en que intercambios comerciales entre países incrementan en promedio 24% su riqueza, de acuerdo con el Banco Mundial.


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