Lincoln de Elvis Presley, un artista reconocido por muchas cosas; desde sus contribuciones a la historia del rock & roll hasta sus icónicos atuendos e increíbles pasos de baile. Sin embargo, hay quienes también recuerdan a “El Rey” por su afición a coleccionar vehículos de lujo y su facilidad por robarse los corazones de miles de fans mundialmente. 

Esta historia es sobre las últimas dos facetas mencionadas. 

Elvis se encontraba de gira en Miami cuando muchas de sus más aguerridas y enamoradizas seguidoras descubrieron cuál era el hotel en el que el reconocido artista se estaba quedando. Si bien no podemos afirmar o negar que alguna haya logrado dar con su ídolo para conocerlo en persona, lo cierto es que lograron dar al menos con su auto. 

¿El lienzo? Un Lincoln Premiere, el modelo de auto que Elvis manejaba en ese entonces. ¿El material? Las fanáticas utilizaron todo cuanto pudieron para dejar sus mensajes de amor y confesiones románticas hacia el cantante, pero predominantemente utilizaron lipstick. ¿El resultado? The Lipstick Car (el auto de lápiz labial), así quedaría bautizado el Lincoln Premiere de Elvis que quedó completamente rayado por varias de sus más grandes fans. 

En las fotografías que existen de este vehículo se puede apreciar un mensaje que llama la atención en particular: “Dont be Cruel please call” (no seas cruel, por favor llámame) seguido de un número telefónico escrito con lápiz labial sobre la parte frontal del Lincoln Premiere.  Más allá de ser una atrevida propuesta hacia El Rey, probablemente también era un guiño hacia una de sus canciones más famosas precisamente titulada “Dont Be Cruel”. 

¿La solución? Un Lincoln Continental 1956 Mark II 

Cuando Elvis descubrió su querido Lincoln Premiere completamente vandalizado por aquellos mensajes de amor, decidió que no podía manejarlo en esa condición, por lo que decidió acudir a una agencia de la marca y reemplazarlo por un nuevo Lincoln. 

Sin embargo, Elvis no quería otro Premiere como el que tenía, quería algo aún más lujoso y aún más elegante, por lo que optó por un Lincoln Continental de 1956 modelo Mark II, el auto más lujoso del mercado de ese entonces del cual fueron producidas únicamente 3,005 unidades, ensambladas a mano y equipadas con las mejores y más completas características de lujo disponibles. Cabe destacar que el desarrollo de dicho vehículo había sido liderado por William Clay Ford Sr, como tributo a su padre Edsel Ford, quien fue presidente de la marca. 

Así como las fanáticas se habían enamorado de Elvis, El Rey se enamoró por completo de su nuevo Continental, llevándolo consigo a varias de sus giras por los Estados Unidos; lo utilizó de gira en 1956, lo usó cuando estaba saliendo con la actriz Natalie Wood en el 57 y en el 58 lo manejó hasta Nueva Orleans para la filmación de su película King Creole, donde lo utilizaba como transporte para moverse alrededor de la ciudad. 

Recientemente el Continental de Elvis estuvo en exhibición en el stand de Lincoln dentro del Auto Show Internacional de Nueva York como parte de la celebración de los 100 años de la marca. 

A lo largo de 100 años de historia, Lincoln se ha vuelto una marca icónica gracias a diferentes aspectos, como su capacidad de innovar. Sin embargo, parte del éxito de la marca radica en haber compartido el camino con personalidades igual de icónicas que sus autos, como Elvis Presley, Frank Sinatra, James Brown, entre otros. 

Esta, junto con otras historias del primer siglo de vida de la compañía las puedes encontrar a un solo clic en la página Ford Heritage Value.


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